martes, 7 de diciembre de 2010

El diario de Ofelia.

17 de Mayo - Soleado

Hoy me llegó de parte de mamá este diario en blanco. En la granja de rehabilitación en la que está, le permiten mandar cartas y cosas una o dos veces al mes. Junto con este regalo, llegó un osito blanco con moño rojo, un perfume color rosa y una carta escrita en puño y letra por mi mamá.

Me pidió que por favor escribiera en este diario cuando me sienta sola o estuviera triste, porque todo lo que yo escriba en estas hojas, llegaría a su corazón no importa cuán lejos esté.

Las monjas me dieron un recibimiento cálido, pero me obligaron a recibir un corte de pelo horrible. Por arriba de las orejas. Todas nos vemos como los Beatles en la década del sesenta. Para ser más exactos, nos vemos como se veían ellos en 1964.


Fin.




18 de Mayo - Soleado

Hoy tuve mi primera clase. Las chicas hablaban entre ellas y se reían de mi moretón en la mejilla y mis ojos.

Nunca se me ocurrió pensar que hubiera algo mal con mis ojos. El izquierdo es marrón oscuro y el derecho celeste.

Mamá me dio uno de sus ojos marrones para que pudiera ver siempre y papá uno de sus ojos azules para que lo presumiera.
Siempre me dijeron que fue así, pero las chicas se burlan de mí, incluída la maestra.

En fin, estoy cansada, mañana seguiré escribiéndo.



19 de Mayo - Soleado y con agunas nubes (Vi una nube con forma de perro!)

Anoche no dormí bien. Mis compañeras de cuarto, Lucie y Florence, las dos un año más chicas que yo, se empeñaron en tirarme medias y peluches cada vez que lograba conciliar el sueño. La razón? "Esta es tu iniciación, nuevita". Esas fueron sus palabras... a decir verdad, esas fueron las palabras de Lucie, que parece ser la más caprichosa y maldita de las dos. Florence es callada y estúpida, la secuáz perfecta, porque si le dijera Lucie que se tire por un precipicio, ella lo haría.

La comida es un asco, extraño los panqueques de mamá.

No entiendo cómo estas mujeres pueden rezar tantas veces al día.

Por cierto, las cuatro horas de catequesis me enferman.




21 de Mayo - Soleado, unas cuántas nubes.

Ayer no escribí porque las chicas me hicieron llorar mucho.
Te explico, mamá.

Estabamos en el recreo de una hora. Entre las dos primeras horas de catequesis y las dos últimas, hay un recreo de una hora (que nunca es suficiente).

Yo estaba mirando las nubes. Eran de muchas formas y tamaños, por eso me entretuve buscando sus formas... pero me dormí, soñé con tu cara, mami; también con los panqueques, con Tobi y con tu laboratorio, pero Lucie, Florence y las chicas de mi clase me despertaron con un balde lleno de agua helada, hielo molido y cabezas de pescado... se reían y me llamaban bruja.

Las monjas las reprendieron y les dijeron que agradezcan que no tienen quince años, porque si fuera así, las hubieran azotado cien veces, no cincuenta como lo hicieron.

Me bañé, lloré y me dormí llorando. No quiero estár aquí.


22 de Mayo - Nublado pero cálido.

Creo que me gané el afecto de las monjas, excepto de una que parece poseída.
La monja monja, o la monja de todas las monjas de este lugar, me encargó el cuidado de sus rosas blancas. Para mí, fue un honor, además, el ser la cuidadora oficial de sus rosas, me permite saltearme las dos últimas horas de catequésis!
Hoy fue el día en que una monjita vieja me instruyó en este arte de las rosas.
Me dijo que no cualquiera puede tener buena relación con ellas; si te quieren, crecen hermosas y con un perfume lindo, pero sino, crecen feas y sin olor... o directamente se marchitan.

No sabía que las plantas tuvieran sentimientos, si lo hubiera sabido antes le hubiera dicho a mami que les duele mucho cuando las prenden fuego y se las fuman.

Mañana es mi segundo día de entrenamiento, voy a dar lo mejor!



23 de Mayo - Nublado, fresquito.

Hoy hice los arreglos casi completamente sola, la monjita miraba desde su sillita de mimbre cómo yo trabajaba con una sonrisa conforme. Para ser sincera, esta mujer me cae bien, veo en sus ojos el sentimiento de desprendimiento de la realidad que veía en los ojos de mi abuela.
Creo que es la mirada de la persona que vio y vivió todo (a pesar de ser monjita, sí) y está egresando lenta y orgullosa de la vida.

Nunca te dije cómo es el lugar de las rosas.

Es un campito cercado con rejitas blancas, tiene un portón que hace juego.
Cuando lo ves, piensas que es un lugar pequeño, pero cuando pasas ese portón, es imposible no quedarse boquiabierta.

Es un laberinto! Un laberinto de rosas gigante! A veces me da miedo perderme, pero la monjita conoce este lugar como la palma de su mano.

Mañana seguiré escribiendo.









(Hojas arrancadas)










27 de Junio - Nublado, muy nublado.

Este lugar da mucho miedo cuando está nublado porque no hay luz eléctrica... casi.
Si hay luz, debemos agradecerle al Sol. Aunque nunca me gustó mucho ese gordo brillante y caluroso de allá arriba.

Hoy por fin me animé a entrar sola al laberinto. Casi me pierdo pero recordé los caminitos que me dijo la monjita.
Encontré algo curioso. Una rosa roja entre todas las blancas... pensé en contarle de eso a la monja monja pero preferí que no... es algo muy especial de ver.


28 de Junio - ???

Te extraño, mami.


30 de Junio - Nublado, hay rocío.

A veces me pregunto si los dientes te habrán vuelto a crecer, mami. Como a mi se me curaron las quemaduras y moretones por el laboratorio... me pregunto si comerás. Si papi te está ayudando.

No se qué estarás haciéndo ahora, pero por favor, nunca vuelvas a usar las porquerías que usabas.



3 de Julio - Lluvioso

La monja monja me dijo todo lo que consumías y consumiste mami. Después de mucho insistirle en que me explique el por qué de todo esto.

-Metanfetamina
-Polvo de ángel
-Marihuana
-Crack
-LSD
-Cocaína

Y ni hablar de las que vendías... ya entendí por qué había un laboratorio en casa.

Y no te perdono las quemaduras, los moretones y las infecciones.