Hola, bienvenida.
Hola.
Vos sos: Agustina Mar... Marche...
Marchegiani. Como se escribe.
Está bien. De ahora en adelante sos Agus. Sos la única paciente con ese nombre, por ahora.
Cool.
Bueno, empecemos. ¿Qué edad tenés?
Diecisiéte para dieciocho.
¿Cuándo los cumplís?
El quince de Marzo.
¿Festejás o te quedás en el molde?
Mirá, tendría que plantearmelo más tranquila...
¿Por qué?
Porque siempre festejé con mi mejor amiga, y ahora ni siquiera la tengo en facebook.
Ya veo. ¿Se pelearon?
No. En realidad es como si siguieramos siendo amigas, pero yo decidí alejarme.
Me di cuenta que prefiere estar con su novio.
Hmm. Mirá, esto es algo muy común en la adolescencia. Cuando uno conoce el amor, o mejor dicho, descubre la sexualidad y la comparte con una persona, se dejan de lado muchas cosas, incluídos los amigos.
Te recuerdo que no es porque ella quiera, sino porque las circunstancias se dan así. Es algo fuera de sus manos.
Dígame algo que no sepa.
¿Habláste de esto con alguien?
Con mis papás y con mi novio.
¿Y te sirvió?
Sí. Suelo usar a las personas para hablar y autoexaminarme. Me conozco mucho.
Eso está bien, no mucha gente se conoce. Aunque, en mi lugar, nunca puedo confiarme de lo que un paciente diga.
Es obvio y lo entiendo. Yo tampoco confiaría en mí.
-Risas-
-Sonrisa ausente-
Quiero que me digas la verdad. ¿Por qué te hacés esto?
Porque no puedo dejar de preguntarme quién soy.
Dijiste que te conocías.
Dije que me conocía pero no que sepa qué es lo que conozco en realidad.
Sabés perfectamente que no soy real.
Sí.
¿Para qué me creaste? ¿Soy como todas esas personas que inventaste con tu imaginación y que después de esta entrada de blog nunca más va a existir?
Probablemente. O quizás te reviva en otro post... aunque ya descubriste mis propósitos.
Sólo porque vos quisiste que lo haga.
Exacto.
Sos un asco.
Lo sé.
Creás vida y después la destruís así como así. Vas a arrepentirte.
Lo dudo. Es mi mayor especialidad.
¿Te creés un dios, no? Con todo el poder de crear y destruír a tu antojo. Idear y olvidar.
No. Un dios es demasiado y yo tengo un terrible complejo de inferioridad.
¿POR QUÉ TE MENTÍS? SABÉS QUE NO TENÉS ESO.
Pero queda bien decirlo. Le cae bien al público y le da la sensación de sentirse uno o dos pasos más arriba que yo.
No se si sos muy inteligente o muy mala persona.
Un poco de las dos.
Yo diría que mucho de la segunda.
Está en vos creerme o no. Yo sólo soy lo que soy. Y no me duele serlo.
Quisiera creerte...
Creeme. Aunque ya todos sabemos que las verdades son relativas. Y la verdad es que a veces me duele ser así.
Mentir casi todo el tiempo. Y mentir cuando digo la verdad.
Eso no tiene sentido.
Nada de lo que hago, digo o soy tiene sentido.
¿Entonces para qué existís?
Ni todo lo que hay, se dice o es, lo tiene. Así que estoy bien donde estoy.
Esa irregularidad... esa tendencia tan marcada a irte al carajo y después volver al punto de partida. Con eso engañás.
Me reiría mucho el día en que conozcas a una persona que sepa justo cuando estás a punto de largar una de tus mentiras, como veneno, y la cace al vuelo.
Sería interezante. Tanto la búsqueda de la persona como la escena que figuraste.
¿Te arrepentís de algo?
Sí.
No.