jueves, 12 de mayo de 2011
Ultimamente, los días se destacan por ser raros.
Pasé de despertarme completamente sola y con la casa toda desordenada, a un misterioso Martes en el que todo estaba relativamente ordenado, el loro lavado, las ratas afuera y nada sobre la mesa.
Aunque la semana no terminó, voy a darme el lujo de contarte cómo fue hasta ahora.
El lunes, me levanté a las ocho de la mañana y automáticamente me puse a desocupar mi pieza para que una amiga de mi mamá venga a limpiar, mis papás se fueron a las nueve. Para ese momento, la chica ya estaba y yo estaba corriendo las camas.
Entre las cosas importantes que hice, fue desocupar mi "cajón de los chiches", osea mi cajón de juguetes. Epopeya que me costó la cadera (sí, a los dieciocho años tengo problemas de cadera).
Y casi arrancarme el industrial con un palo de escoba. Lo demás fue rutinario.
El martes me desperté feliz porque estarían mis papás y me acompañarían a hacerme el documento.
Pensé que no vería a mi amor ese día (el lunes le dije que tenía que hacerme el documento).
Pero llegué justo y fui.
Se desataron ciertos eventos desafortunados que creo que me afectaron hasta hoy, principalmente a mi cara.
Mis papás se dieron cuenta de que estoy mal, por ende se pusieron peor porque tienen más problemas de los que tenían antes y yo no ayudo con mi cara.
Pero mi hermano tampoco con su estado vegetal, cosa que me enerva y quiero degollarlo.
Estoy apagada para casi todo. Especialmente para sonreir.
Pero no todo es culpa de lo que pasó el martes.
Es más, creo que ya no influye.
Tengo la misma sensación que en mi preadolescencia.
Una mezcla entre desencanto y rabia contra todos en mi casa.
Y se desencadena peor cuando alguno de los dos desubicados me dice que sólo estoy feliz cuando me voy a ver con mi novio.
Y saben qué?
Tienen razón. Jódanse.
Ayer me desperté media hora después de que se fueran. Ordené, desayuné y me fui para lo de mi abuela a llevarle un almohadón a su perrita. Supuestamente va a tener cria, pero tiene tanta aglidad que creo que nos está engrupiendo...
A las doce volví, le hice la comida a mi hermano, me acordé que volvía a las dos, me comí su comida y le fui a buscar pan para que se haga sanguches.
Fui al gimnasio.
Volví.
Morí
Desperté.
De mal humor, por cierto.
E hice la cena con mucho desgano, aunque bien. Fui a retirar unos lentes para mi papá.
Le pedi a mi hermano que por favor haga su cama. Me dijo que sí pero que tendría que esperar media hora a que vuelva de lo de un amigo.
Hice su cama.
Descolgué la ropa, la doblé y la guardé. Canté con Arturo y después me puse a jugar al WoW con mi novio.
Vinieron, me dijeron que tenía mala cara y que la cambie porque ellos estaban cansados y yo tengo que darles alegría. Lloré sin que se dieran cuenta.
Comimos.
WoW hasta la madrugada.
Bienvenida a un nuevo día, Huldri.